El Renacido: Cuando la vida te da la espalda y la muerte te evita.

Título original: "The Revenant"

Año y país: 2015, EE.UU.

Género: Aventura / Drama / Thriller

Director: Alejandro González Iñárritu 

Reparto: Leonardo DiCaprio, Tom Hardy, Will Poulter, Domhnall Gleeson, Forrest Goodluck


Nos trasladamos al Viejo Oeste del año 1823. 

Hugh Glass (Leonardo DiCaprio), un experimentado trampero y explorador, y su hijo mestizo Hawk (Forrest Goodluck) participan en una expedición en la cuenca del río Missouri donde junto a otros hombres valientes se dedican a comerciar con pieles.

Los indios arikara aparecen de repente y les tienden una emboscada. Glass y sus compañeros se ven obligados a dejar la mayor parte del botín y huir despavoridos.

La crítica situación en la se encuentran tras perder a muchos de sus hombres en el asalto se complica aun más cuando Glass, el único que conocía la ruta de regreso, es atacado y gravemente herido por una osa grizzly.

El capitán de la expedición les pide a dos de sus socios, al ex-militar John Fitzgerald (Tom Hardy) y al joven Jim Bridger (Will Poulter), que se queden con Glass para acompañarle en sus últimas horas de vida y luego darle un sepulcro digno. Mientras tanto, él con el resto de los miembros del grupo se dirige al fuerte para poder recuperar la valiosa mercancía cuanto antes.

No obstante, los planes se tuercen y Glass se queda solo en mitad de un paraje gélido y hostil donde tendrá que luchar por sobrevivir...

En varias ocasiones a lo largo de muchos años, Hollywood ya se había propuesto llevar la novela de Michael Punke sobre la heroica hazaña de Hugh Glass a la gran pantalla. Como ejemplo, "El hombre de una tierra salvaje" de Richard C. Sarafian, de 1971, está inspirada en esta historia.

En la última década ha habido varios intentos, todos fallidos, de recrear esta novela de nuevo en el cine, hasta que, finalmente, en el 2011 el director mexicano Alejandro González Iñárritu se lanzó al ambicioso proyecto de "El Renacido" que hoy tenemos el placer de contemplar. Para ello, el cineasta se armó de un considerable presupuesto de 135 millones de dólares y de las mejores mentes creativas y se propuso a rodar en dieciséis lugares diferentes entre Estados Unidos y Canadá.

Antes de ponerse manos a la obra con la aventura de Hugh Glass, Iñárritu ya se había ganado la fama gracias a sus películas que, de hecho, en ningún momento han pasado desapercibidas para los críticos ni para el gran público. Entre sus trabajos más conocidos encontramos cintas de índoles muy variopintas, tales como "Amores perros", de 2000, "21 gramos", de 2003,  "Babel", de 2006, o "Biutiful", de 2010, etc. El año pasado su alegórica "Birdman (La inesperada virtud de la ignorancia)", de 2014, se llevó un Óscar como la mejor película.

Según el panorama que se nos presenta este año, a pocos días de la octogésimo octava edición de los premios de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas estadounidense, "El Renacido" tiene todas las posibilidades de repetir el éxito de su predecesora como la mejor película, entre algunas otras categorías a las que está nominada. Leonardo DiCaprio con su papel de Hugh Glass también aspira a llevarse un Óscar como mejor actor. 

Al margen de la carrera de los premios y sus posibles resultados, he de admitir que "El Renacido" es una obra de gran valor artístico, intensa, entrañable y maravillosa, la mires por donde la mires. Para mí, a fecha de hoy, es la mejor de Iñárritu.

Como decía, la película está inspirada en un libro de Punke. Esta novela, a su vez, bebe de una historia de superación real. Según ella, un explorador norteamericano llamado Hugh Glass se enfrenta a todo tipo de peligros en condiciones extremas a centenares de kilómetros de la civilización.

La crónica que nos ofrece Iñarritu ya de por sí es una completa y gráfica guía de supervivencia. Compuesta por las imágenes muy poderosas y a menudo estremecedoras, su película apela a que el hombre, enfrentado a la severa Naturaleza, más que nunca permanece unido a ella.

Su carácter fuerte, curtido en múltiples batallas y tormentas, y sus conocimientos de explorador son las únicas herramientas que día tras día emplea Glass para no desplomarse ante la desoladora situación, y la venganza, es su único motor. Cuando uno piensa que lo peor que le puede pasar es que le haga daño un oso salvaje, la vida le enseña que el verdadero mal anda mucho más cerca y se viste con un pantalón.

El personaje de Glass es un hombre duro pero, al mismo tiempo, sensible, quizás incluso más de lo que esperamos percibir, dadas las circunstancias y la época en la que se desarrollan los hechos. Lección tras lección, el trampero experimenta una brutal transformación.

La traición de un amigo pone su vida en jaque pero la ayuda le llega cuando menos lo espera. A merced de la Naturaleza, Glass le pierde el miedo a la muerte. Su concepto de "enemigo", de "salvaje", que por aquel entonces a partes iguales se les aplicaba a los animales silvestres e indios de las tribus intolerantes con los blancos, cambia a medida que se va acercando a su meta.

Aunque el tema escogido por Iñárritu esta vez no es nada apacible y en la película abundan escenas sangrientas, el espectáculo en ningún momento resulta ser crudo, ya que los creadores no exageran y no hacen alarde de ellas. En este sentido, todo está en su sitio y en su justa medida.

Los efectos visuales son de primera. La fotografía llama poderosamente la atención por su calidad técnica y artística. Los paisajes son majestuosos y los retratos, marcados por el drama, el dolor y las pérdidas, son capaces de plasmar todo tipo de emociones de una manera muy vívida. La agitada respiración de Glass que escuchamos muy de cerca a lo largo de su travesía y vaho que a modo de telón envuelve la lente intensifican aun más la sensación de estar involucrado el la acción. La banda sonora, en ciertos momentos compuesta solamente por el aullido del viento helado y el susurro de los arboles, hipnotiza.

A decir verdad, gracias a todas estas sensaciones la película "envuelve" completamente al espectador. En este sentido, esta obra me recuerda los trabajos de Malick y Tarkovski. Así que confieso que me encontré zambullida durante más de dos horas en lo que sucedía en la pantalla sin necesidad de las gafas 3D y casi sin parpadear.

La actuación es, sin duda, otro punto fuerte de la película. Leonardo DiCaprio, que no ha parado de sorprender con sus últimos trabajos, esta vez explora su faceta más dramática. Su Glass no es un superhéroe de un cómic sino una persona de carne y hueso, dolida y sufrida, que no encuentra paz por la injusticia que le ha tocado vivir. El famoso refrán que dice que lo que no nos mata nos hace más fuertes lo caracteriza a la perfección. El personaje visceral de Tom Hardy, por lo contrario, desde los primeros minutos produce un extraño desazón a nivel inconsciente.

En definitiva, "El Renacido", creada con esmero y contada de corazón, es una de las historias de las que merece la pena disfrutar en la gran pantalla. 

El Renacido (The Revenant) [Blu-ray]

Nota de "Sofá y Palomitas": 9 / 10
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