Título original: "Mama"
Año y país: 2013, Canadá / España
Género: Terror / Thriller
Director: Andrés Muschietti
Reparto: Jessica Chastain,
Nikolaj Coster-Waldau,
Megan Charpentier, Isabelle Nélisse, Javier Botet
Perseguido por las autoridades por el presunto asesinato de varios socios de negocio y de su propia esposa, Jeffrey (Nikolaj Coster-Waldau) se da a la fuga con sus dos hijas de corta edad.
Huyendo de la ciudad por las nevadas carreteras, el padre pierde el control del coche y los tres caen por un barranco. Este accidente obliga a los desafortunados pasajeros a buscar algún refugio. En mitad de un bosque se topan con una vieja cabaña abandonada. Cuando Jeffrey, acorralado y desolado, intenta matar a sus hijas para luego suicidarse, una inexplicable fuerza acaba con él antes de que apriete el gatillo.
Las niñas, que se quedan solas a merced del azar, tras varios años de búsqueda son finalmente rescatadas por su tío Lucas (Nikolaj Coster-Waldau) y su novia Annabel (Jessica Chastain). La pareja consigue la custodia de sus sobrinas y se enfrenta a las primeras dificultades en su relación con las niñas prácticamente salvajes, cuya milagrosa supervivencia no deja de sorprender a los médicos. Sin embargo, en la nueva casa que acoge a la reconciliada familia se aloja un habitante más, una misteriosa presencia proveniente de la vieja cabaña que durante todos estos años no se ha separado de las niñas...
Esta entretenida película realizada con la participación de Guillermo del Toro como productor ejecutivo cuenta una historia original sobre fantasmas que por alguna razón siguen vinculados al mundo de los vivos.
Sinceramente, esperaba bastante más de este largometraje, anunciado a bombo y platillo.
Para empezar, de terror esta película tiene poco. Combina distintos elementos que la hacen divertida; se mezclan de una manera armoniosa la acción y el suspense, el drama y la comedia. Lo bueno de esto es que no tienes que pasar todo el tiempo agarrado al asiento en tensión esperando algún susto que te pueda causar un súbito infarto, como cabía de esperar de una cinta de fantasmas. Sin embargo, los autores no nos liberan de algunos que otros clichés propios de las mediocres cintas de terror como, por ejemplo, unas visitas nocturnas al bosque frondoso o una espectacular caída desde las escaleras que deja al protagonista casi ileso. Una cosa que me llamó especialmente la atención era una enorme ventana del tamaño de una pared situada en la ya mencionada cabaña que contrastaba drásticamente con el interior puramente rústico del habitáculo. Vamos, es surrealismo puro.
Desde el punto de vista técnico, la película ofrece buenas imágenes y planos correctos en cada momento. No obstante, el propio personaje de Mamá, encarnado por el extraordinario Javier Botet, impacta poco, ya que, en mi opinión, tras el procesamiento digital su aspecto se asemeja más al de una bruja de los dibujos animados de Disney que a un personaje amenazante de una película de miedo.
El reparto es muy acertado y la interpretación es verdaderamente buena. Megan Charpentier e Isabelle Nélisse que interpretan los papeles de dos pequeñas hermanas, Victoria y Lilly, le dan vida a todo lo que sucede en la pantalla.
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