Título original: "Point Break"
Año y país: 1991, EE.UU. / Japón
Género: Acción / Suspense
Director: Kathryn Bigelow
Reparto: Patrick Swayze, Keanu Reeves, Gary Busey, Lori Petty, John C. McGinley, James LeGros
La policía de una localidad costera de Los Ángeles investiga una serie de robos cometidos por una banda que se especializa en atracar bancos. Cada crimen de este grupo lleva su inconfundible firma; durante sus saqueos los excéntricos ladrones utilizan máscaras con las caras de los ex-presidentes de Estados Unidos. La sospecha cae sobre unos surferos liderados por un tal Bodhi (Patrick Swayze) que frecuentan las playas de la zona.
Johnny Utah (Keanu Reeves), un joven agente del FBI, ha de aprender a manejar la tabla de surf para poder infiltrarse en la banda y desmantelarla. No obstante, la amistad que entabla el policía con los surferos y su romántica relación con Tyler (Lori Petty), la chica que lo introduce en el grupo, se lo pondrán muy difícil...
Recordando esta película, muy acorde a su época, siento una gran nostalgia por el cine de los años 90. En mi opinión, hasta ahora éste ha sido el mejor trabajo de la directora Kathryn Bigelow, hoy también conocida por sus cintas "En tierra hostil" ("The Hurt Locker"), premiada por varios Óscar en el año 2009, y "La noche más oscura" ("Zero Dark Thirty"), de 2012.
A pesar de que, en este caso, hablamos de una típica historia policiaca con un aire romántico, - todo un tópico entre los cineastas de hace más de dos décadas - esta cinta tiene un atractivo especial.
El desarrollo de la trama se basa, por un lado, en el eterno dilema humano que obliga al personaje de Keanu Reeves a elegir entre cumplir con sus responsabilidades profesionales o seguir la llamada del corazón que acaba de descubrir una nueva forma de vivir esta vida. Otra cuestión que transciende en la trama y le da vida al personaje de Patrick Swayze es la pregunta sobre qué es la auténtica libertad y cuál es el precio que uno está dispuesto a pagar por ella.
El asunto, sin duda, muy apasionante que se nos ofrece bajo el aliño de unas espectaculares persecuciones policiacas, unas magníficas acrobacias surfistas y caídas libres desde un helicóptero. Las imágenes de dichas escenas están rodadas con mucho arte y destacan por su alta calidad y complejidad. La música de Mark Isham crea un ambiente natural y armonioso.
El reparto es totalmente acertado; la película reune a los actores más relevantes de la época que se transforman fácilmente en sus correspondientes personajes. Patrick Swayze se pone como nadie en la piel del personaje de Bodhi.
P.D.: Precisamente hoy una de las estrellas que protagonizó esta película ha celebrado su cumpleaños. ¡Felicidades, Keanu!
Nota de "Sofá y Palomitas": 7'5 / 10
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